Nosferatu: del cine al cómic

por Ninni Radicini y editado por la redacción
Inspirada en la novela Drácula de Bram Stoker (publicada en 1897), la película Nosferatu, eine Symphonie des Grauens (1922) fue dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau sobre una adaptación de Henrik Galeen, quien reelaboró ​​la historia y los personajes (nombres y características) aunque esta no impidió una disputa con los titulares de los derechos de autor del escritor irlandés, hasta el punto de que se ordenó la destrucción de la película, de la que, sin embargo, el director alemán logró salvar una copia.
Famoso largometraje del género de terror, Nosferatu es una de las películas más conocidas de la cinematografía alemana durante los años de la República de Weimar (1918-1933), caracterizada por innovaciones tanto en el sector técnico como en las estructuras narrativas, que determinaron un punto de inflexión histórico en los métodos de realización y han sido un ejemplo para los autores de las siguientes generaciones.
En Nosferatu la historia narrada y los protagonistas están en el centro de múltiples valoraciones psicoanalíticas y sociológicas con las que hemos intentado rastrear los orígenes de su concepción, hipotetizando referencias al mundo contemporáneo y metáforas cuya densidad sólo es comparable a lo que entonces ocurrió con la ciencia. Filmografía de ficción estadounidense en los años cincuenta.
Junto con las interpretaciones metafísicas, es plausible que los desarrollos actuales del período también hayan tenido un efecto en las elecciones de los autores. Nosferatu el Vampiro -o el Conde Orlok- también podría representar a todas las potencias de la Entente, vencedoras de la Primera Guerra Mundial, que en Versalles en 1919 impusieron enormes sanciones a Alemania con consecuencias económicas y políticas consideradas la razón de lo ocurrido en la siguiente fase. historiador alemán.
Knock -el agente inmobiliario al que recurre Orlok para comprar una casa en Alemania- puede ser considerado, por su ambigüedad, el que maniobra desde el exterior sabiendo, mejor que los demás, las características de cada uno de los personajes principales.
Hutter -el empleado de Knock que acabará facilitando sin saberlo las intenciones de Nosferatu- es el representante de la pequeña-media burguesía que, por ambición, aunque de forma ingenua, se presta a los oscuros designios de poderes adversos.
Ellen -esposa de Hutter- representa al ciudadano que se sacrifica con la esperanza de derrotar a los que quieren robar recursos al pueblo alemán.
Nosferatu nació en 1443, año en que Vlad II (Vlad Dracul) comenzó su nuevo período de gobierno de Valaquia (región histórica en la zona sur de Rumania, al sur de Transilvania) con el título de Voivoda («Duque»), hasta 1447 (la fase anterior había sido de 1436 a 1442). Vlad II es el padre de Vlad III, conocido como el Empalador, también gobernador de Valaquia, cuya notoriedad deriva de haber utilizado contra los otomanos los mismos métodos que éstos emplearon contra los pueblos cristianos de Europa. Vlad III es considerado el corresponsal histórico del personaje literario de Drácula, aunque tiene una referencia más relevante a las leyendas sobre vampiros del folclore Cárpato-Danubio ya que el origen de Vlad III se modifica históricamente en la novela de Stoker.
Transilvania es una región centro-occidental de Rumanía, con vínculos antiguos y persistentes con el mundo germánico, ya que en el siglo XII un grupo de sajones se asentó en la zona para la defensa del territorio que en ese momento era la frontera sur de la Reino de Hungría (Siebenbürgen es el nombre alemán de Transilvania). 1443 es también el año de la Cruzada de Varna, una expedición de los reinos europeos a los Balcanes para hacer frente al expansionismo otomano, conducida por una alianza de potencias bálticas, centroeuropeas y danubianas, que terminó de forma negativa. En la narrativa de Nosferatu, Varna es uno de los lugares donde se propaga la plaga.
En torno a la película, durante y después, se han ido agregando situaciones y personalidades de marcado perfil.
Max Schreck (en la foto de abajo) interpretó al personaje de Nosferatu de una manera tan oscura que comenzó a circular una leyenda según la cual realmente podría ser un vampiro. Fue el papel principal de su carrera, recientemente revalorizada destacando a un actor polivalente, que trabajó en 800 representaciones teatrales y cinematográficas, aunque sigue persistiendo a su alrededor un aura de misterio, sustentada en su propio apellido, cuya traducción es «miedo».
Gustav von Wangenheim (en la foto de abajo), el actor que interpreta a Hutter, a principios de la década de 1920 (al comienzo de la República de Weimar) se convirtió en militante del Partido Comunista de Alemania (KPD). En 1933, al comienzo del régimen del Tercer Reich, se mudó a la Unión Soviética y adquirió su ciudadanía en 1940, escribiendo y produciendo películas. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, regresó a Alemania (Alemania del Este, República Democrática Alemana, parte del área de supervisión soviética europea) y continuó trabajando como director y guionista para DEFA (Deutsche Film-Aktiengesellschaft), el estudio de cine estado. La productora Prana, fundada por Albin Grau el mismo año en que se realizó Nosferatu, preveía la creación de películas centradas en temas sobrenaturales. Sin embargo, se cerró tras los procedimientos de derechos de autor de Drácula. Nosferatu fue su única producción.
Greta Schröder -intérprete de Ellen- desempeñó la parte más importante de su carrera en la década de 1920, viendo luego disminuir la relevancia de los roles asignados. La peculiaridad está en la biografía, en las diferencias sobre la fecha de su desaparición (1967 en lugar de 1980).
Murnau (en la foto de abajo) murió a la edad de 42 años en 1931 en California después de un accidente automovilístico. Había comenzado a trabajar en Hollywood en 1926, en los estudios de cine Fox, siguiendo la tendencia de otros directores alemanes que se establecieron en los primeros años de la República de Weimar, incluidos Fritz Lang y Ernst Lubitsch. Dirigió cuatro películas estadounidenses, la última de las cuales (Taboo) se estrenó y se estrenó tras su trágico final. Aunque famoso como director, también fue productor, desde el comienzo de su carrera y antes de empezar a dirigir. En 2003 el Festival Internacional de Cine de Berlín le dedicó una retrospectiva.
La iniciativa editorial de Edizioni Npe -la creación de un cómic extraído íntegramente de la película Nosferatu- matiza la relevancia cultural, en particular en el sector cinematográfico, de una de las películas consideradas más innovadoras y, en consecuencia, referencia no sólo para los autores de el género al que se adscribe. Para un largometraje que evoca una leyenda medieval, a través de una representación técnicamente nueva, la idea de traducirla en forma cómica representa una síntesis entre la modernidad y el clasicismo.
En el libro de Paolo D’Onofrio, en formato elegante, con portada y contraportada realizadas por Nino Cammarata, el cómic está compuesto con formas negras sobre fondo sepia, utilizando un papel con efecto «envejecimiento» creado en un camino. Las imágenes de los diseños son, por tanto, monocromáticas con tonalidades que van del marrón al beige. En la página de prefacio, los lectores tienen la oportunidad de detectar la calidad de los dibujos realizados comparándolos con los marcos originales.
El prólogo de Ornella Balsamo presenta un exhaustivo recorrido por los orígenes de la película, con referencias al director ya la producción, señalando las diferencias con la novela de Stoker y con alusiones a la cinematografía del personaje.

Nosferatu
por Paolo D´Onofrio
21×30 cm, 80 páginas, tapa dura b/n con páginas color sepia
19,90 euros