La costellazione del cane
Autor
Serie
Número en serie7
Formato21x29,7 cm, tapa dura a color, pág.56
ISBN9788836270903
¡vaya más abajo y explore la vista previa!
Atención: el libro está escrito en italiano
Precio € 17,90
La costellazione del cane
En el siglo XVII, una terrible epidemia azotó Bolonia y se llevó casi la mitad de su población: la peste. Acontecimientos tan dramáticos han generado a menudo crisis sociales en las que la superstición ha ocupado el lugar de la razón, dando paso a una caza temeraria de los infectores. En este volumen la enfermedad toma un rostro, se convierte en un personaje y condena a cualquiera que se encuentre en su camino "sin importar si es rico o pobre". Una fiel reconstrucción histórica de la época, a partir del vestuario y los escenarios reproducidos magistralmente por las acuarelas de Sergio Tisselli, que se conjuga con el elemento fantástico.
Precisamente con La constelación canina arranca la carrera artística de Sergio Tisselli y gracias a esta publicación entra en contacto con Magnus, con quien más tarde entablaría una fructífera relación de colaboración. La peste que asoló la capital de Emilia-Romaña en el siglo XVII fue un tema muy querido por Tisselli, tanto que incluso decidió dedicarle su tesis de grado en Historia Moderna. Partiendo de este último para la redacción del guión, después de haberse documentado durante mucho tiempo en datos históricos, tradujo en imágenes aquel triste capítulo de Bolonia -su ciudad natal- junto al mundo de supersticiones que había creado a su alrededor. Combinando lo real con lo fantástico, personificó la enfermedad: un hombre siniestro y misterioso que deambulaba por las calles sembrando dolor y muerte, sin hacer concesiones a nadie ni hacer distinciones entre clases sociales. El resultado es tanto una maravillosa ventana al pasado como una fascinante historia original con matices oscuros.
«Me llamó la atención el interés de Tisselli por la historia por un lado y, compatible con su vocación pictórica, la inclinación a crear visualizaciones históricas lo más puntuales y convincentes posibles; por otro, la modestia que le impulsó a depurar su estilo y dotes históricas, convencido de que "traducir" la historia en imágenes requería un profundo y amplio conocimiento de la época y de los hechos expuestos.»
Julio C. Cuccolini